viernes, 11 de abril de 2008

NARANJO DE BULNES: "Rabadá-Navarro" Clásica entre las clásicas

La entrada de hoy esta dedicada a la vía con más solera de toda España, sin duda la más conocida, disfrutada y señalada.

Se que sobran todas las líneas que a continuación escriba sobre ella, pero fue para mí una ascensión tan soñada que aun recuerdo lo que os voy a contar como si hubiese sido ayer mismo.

Pues hace ya un par de años, concretamente el 29 de Septiembre de 2006, que realicé esta vía con mi compañero y amigo Jorge Valle. Como otros muchos escaladores que suben al Picu, nuestra idea era recorrer los pasos de la mítica cordada aragonesa Rabadá-Navarro Llevábamos todo el verano escalando por Gredos y preparándonos para esta ascensión, pues nuestro objetivo real era la vía, pero en libre.

Recuerdo que la aproximación fue muy relajada y se nos hizo corta, pues ya desde el momento en el que vimos la cara Oeste del Naranjo y sabíamos que iba a hacer buen tiempo, nuestra mente empezó a divagar sobre cada canto y cada largo que nos esperaba al día siguiente.

Como teníamos pensado dormir en el refugio y no llevar sacos, nuestras mochilas, muy abultadas, para pasar varios días en la Vega, iban cargadas de comida, pero no de cualquier comida, pues hicimos una compra generosa de queso, fabada, membrillo, gominotas y cuatro o cinco kilos de cosas más.


Repasamos esa noche una y otra vez el croquis que teníamos y organizamos un par de veces el material que íbamos a subir. Pues los nervios que preceden a un reto, como era para nosotros esa pared, en esa época, no nos dejaban parar quietos.

Aun no se como logré conciliar el sueño, pero sé que cuando sonó el despertador, los ojos se me pusieron como platos y la pereza de levantarse desapareció en un segundo.

Tras un desayuno abundante, digno del mejor hotel, recogimos el material y nos encaminamosvhacia la pared que se hacía cada vez mayor, según nos acercábamos a su base.
Ya en ella, un par de cordadas francesas se nos habían adelantado, pero no había prisa, pues el día era inmejorable y teníamos muchas horas por delante.

Los primeros de ellos, salieron como un trueno, pues un tal Remi Thivel, encabezaba los largos a toda máquina y rápidamente desaparecieron de nuestra vista.
La otra cordada, dos chicos de nuestra edad, iban más despacio y nos precedían en cada largo.

Si tuviese que destacar algún momento de la escalada, claramente elegiría dos:

El primero cuando llegué a la reunión R3, con todo el tramo difícil encadenado y un cúmulo de sensaciones en el estómago que me provocaba una emoción sin igual, durante ese largo había bailado sobre la roca, muy concentrado en cada movimiento y disfrutando de la ascensión. Fue maravilloso llegar a la R, se que si el francés no hubiese estado allí, se me hubiesen escapado alguna lágrima pasajera. ¿Qué nos moverá a sentir esas cosas, verdad?

El segundo momento a destacar fue la magnífica travesía del L10, un largo de ensueño sobre un patio de película, en cada movimiento me preguntaba como los aperturistas superaron ese pasaje en esa época y sobre todo como se los ocurrió pasar por ahí.

Os preguntareis, como no destaco la llegada a la cumbre, y simplemente mi respuesta será, que estas vías nunca las quieres terminar, la cumbre es solo el punto en el que te das cuenta del magnífico camino que has recorrido y lo que has vivido en él, aun así también fue un momento bonito.

Sin más, espero que haya muchas vías de este tipo en mi vida y deseo que sea para vosotros, futuros ascensionistas que os planteéis escalarla, lo mismo que lo fue para mí o incluso más. Pues siempre será, la gran Clásica de las Clásicas….

En resumen:

La Roca: La mejor de España
La Pared: Mítica
La Vía: Una proeza en su tiempo
Un largo: No dos, el L3 y el L10
Lo Mejor: Todo
Una anécdota: Al día siguiente llegamos de nuevo a la cumbre por la vía Regil y compartimos esta con Silvia Vidal y Oscar Cacho que llevaban una semana en Sueños de Invierno, las gominotas que comimos juntos no las olvidarán, pero nosotros tampoco la cena que compartimos al llegar al refugio, pues las aventurillas que contaban unos y otros nos iluminaban los ojos.


Una imprescindible, Al lio!!!!!







1 comentario:

albert dijo...

En mi época de escalador, nunca conseguí ir al Naranjo, porque desde Barcelona me quedaban mas cerca los Alpes. Peró vi, oí, mamé esa mítica montaña desde mis inicios. He leido todo lo publicado. He visto miles de fotos y videos. ESTOY ENAMOADO DE ESTA MONTAÑA. Pero ya vejete y algo engermo, sé que me quedaré sin coronarla. QUE NO OS PASE LO MISMO. Venga!! a visitar Bulnes y a su mítico Naranjo. No dejeis que como a mi, se os pase el tiempo!!!!