domingo, 27 de febrero de 2011

VALCORCHERO: “Mañanas de trabajo, tardes de escalada”… Nuevos bloques.

Es difícil rechazar una tarde de paseo, bloques o espárragos por la dehesa de Valcorchero, pues cada día te esconde luces nuevas, rincones por recorrer, bloques que descubrir y sensaciones por experimentar.

Tan cerca y tan lejos de la ciudad, rodeados por el silencio ausente del canto de los pájaros y acariciados por el viento fresco que desciende de las montañas nevadas del Jerte, vistas en la lejanía cual estampa idílica de lugares lejanos.

Javi en el tsunami...

Ayer disfrutamos de unas de estas horas tranquilas, paseando entre las encinas y alcornoques buscando espárragos, entre tanto, Javi se dedicó a compartir bloques con unos amigos y yo a echarlos fotos.

Benja blocando...

De los bloques más interesantes destacar el encadene de "US Airweis”, que aun este mal escrito es el nombre que pusimos en su día, cuando limpiamos este tsunami de altos vuelos y que Javi ha cotado de 7b.

Muchas tardes de estas quiero yo en vida, disfrutando del entorno, sumido en un sueño constante…

Al lío!!!

domingo, 20 de febrero de 2011

CANALIZOS: Amigos y buen té verde con hielo… Crónica de una jornada necesaria.

Hacía tanto tiempo que no pinchaba hielo más o menos vertical y puro, que no recordaba cuando había sido la última vez, pero seguro que allá por la temporada pasada casi un año atrás; por lo que una jornada así se me antojaba necesaria, en un invierno que más que correr, vuela y a la vuelta de la esquina ya nos esta abandonando.

El tiempo auguraba estabilidad hasta las media tarde y aun siendo conscientes de que había posibilidades de “fracasar” en el empeño, divagamos entre conversaciones jugosas por el sendero nevado que nos condujo a Canalizo´s Pub.

Juanjo en "La antigua" WI4+, hoy WI5...

Hacía mucho tiempo también que no salía de fiesta con Jose Antonio, sin que hubiese por medio una actividad de la Fexme y siempre es grato recuperar estas costumbres pues no sabes el valor que tienen hasta que se disipan y casi terminan por desaparecer, por lo que en ciento modo era una salida especial.

Compuestos y con los dientes largos, piolets no afilados y crampones aun más romo si cabe, nos dispusimos a calentar nuestros cuerpos en una de las pistas de baile de la derecha, recuperando del cajón de objetos perdidos aquellas mañas que antaño nos ayudaban a subir por estos sitios, cual picadores de hielo en una fábrica de cubitos.

Jose escalando "La antigua"

Conseguido nuestro primer objetivo y comprobado que tiran más dos técnicas bien hechas que dos hidráulicos entrenados para subir cuerdas, buscamos otra pista para proseguir.

Por supuesto nuestros ojos posaron su mirada en aquella cuya esbeltez y verticalidad repelía a todos las parejas que le pedían baile, más como nos gustan los retos difíciles, allí a su vera nos posamos Jose y yo para intentar ronear con su contornos, como si aquella línea fuese la única de la zona y solo pudiésemos tener ojos para ella.

Jose y Bote en el último largo del día...

Esfuerzos varios fueron necesarios para aprender la danza que nos permitió conseguir nuestro objetivo, que si un talón aquí, pasa para allá, pon el monopunta en la roca, no pegues muy fuerte que es frágil la columna, etc.. pero al final allí que nos encaramamos.

Disfrutando en "El diedro" WI4.

Su vecina, que pronto nos mostró sus encantos, también quería baile pues no se había terminado la canción anterior y ya nos había pedido cita para la siguiente vuelta, como caballeros bailarines que somos, no podíamos rechazar tal honor y aunque cansado, completamos cada paso de la coreografía, más bella aun sí cabe, con el estilo de un trepador común.

Un servidor en la "Columna de los Canalizos" WI5....

Quemamos nuestros últimos minutos con algún otro pase de menor calado, pero igual belleza, quedando prendados de tan amplio guateque hasta que la hora del cierre, precedida por rachas de viento y mezcla de algo que parecía polvos polivalentes ABC, pero que yo juraría que era nieve. Marchamos poco después.

No sin antes prometer que volveríamos a esta discoteca más antes que después…

Al lío!!!

jueves, 3 de febrero de 2011

HOYAMOROS: Corredor izquierdo de la Proa, 180m 3+WI/ 50º… En busca del hielo perdido.

Hay que decir que las condiciones que se relatan en este post, hoy ya no valen, ya que realizamos esta escalada la semana pasada, justo antes de que la borrasca dejase de nuevo blanca toda la sierra y tapizase las piedras con un manto continuo limpísimo, pero bueno, el relatarla ya abre la posibilidad de conocer otra actividad más en este rincón paradisiaco, diferente a esos que salen en las postales pero no por ello menos acogedor, aquel con los que sueñan los amantes de la nieve, el frío y el hielo.

Las bajas temperaturas predominantes durante las jornadas anteriores y los carámbanos de hielo que adornaban las fuentes y rincones de mi pueblo, hacían preveer un universo efímero de formas heladas colgando de todos los sitios, en los 2000 metros de altitud a los que se encuentra el circo de Hoyamoros, y por ello, con dientes muy muy largos, decidí sacrificar una jornada de estudios por conquistar semejante manjar.


Más los indicadores no podía ser mejor, nada más salir del coche, todo lo que contenía agua estaba completamente helado, con un grosor que nunca habíamos visto en el lugar y con una dureza y calidad destacadas. Por el camino todo estaba en la misma quietud, intima y lisa del hielo terrenal, cada gota de agua constituía una cascada o lengua descolgándose del vacío o serpenteando por el suelo. Todo estaba tranquilo, seco, rudo y por todo ello impresionante.

Así la aproximación ligera, saltando de piedra en piedra, intentado no calzarnos los crampones que cada vez se hacían más indispensables, llegamos a Hoyamoros, donde de un instante a otro, nuestras botas comenzaron a trazar huellas en la nieve y la temperatura de súbito subió varios grados sin atender a lógica alguna que no fuese una inversión térmica inoportuna.

Fran llegando a la R1...

Nada parecía realmente bien formado, ni el Diedro del primer Hermanito, ni ninguna otra línea mágica de las que nos gustaría escalar y como no, nuestro objetivo principal, la cascada de la Proa, pendía de finas hebras que no tocaban suelo y parecía fracturada en su segunda tirada, por lo que no pensamos que pudiese escalarse.


Barajando, alicaídos, las posibilidades de actividad, decidimos al final optar por recorrer el Corredor Izquierdo de la Proa, buscando en todo lo posible el hielo escondido que deseábamos pinchar.

Fran en el L4, buscando el hielo...

Así recorrimos la línea marcada en la reseña, buscando una salida helada en la parte superior y quemando en la medida de lo posible, estos lujosos días de actividad, en los que el “fracaso” de las ilusiones hechas inicialmente, es diluido en una actividad de reserva, de mediano interés, pero que por ello no deja de ser un magnífico recorrido.

Pero entendedme, cuando buscas esa línea que debería estar allí, vas a ella, y no está, te quedas un poco descafeinado y aunque la ruta que escales sea aceptable, no es lo mismo.

Foto de cumbre...

Aunque tengo muy presente lo que me dijo un día un buen amigo, y yo como tal os lo relato a vosotros: “Para triunfar alguna vez en montaña o encadenar una vía excepcional, hay que fracasar y darse la vuelta muchas veces. El secreto esta en estar ahí para intentarlo”, ya caerá otro día….


Al lío!!!