Mostrando entradas con la etiqueta Pedriza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pedriza. Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de abril de 2013

PEDRIZA: “Clásicas espress”… “Tito Rolin Bus” al Hueso, “Este Clásica” y “Sur Clásica” al Pájaro.

En momentos determinados comienzo a divagar por mi interior y a recorrer tramos de pared imaginarios que combinan las formas más creativas que uno pueda soñar. Me sorprendo incluso visualizando el recorrido y colocando los dedos para agarrar los huecos en un gesto imperceptible pero real. Sin duda, son los efectos de la motivación…

 
No es tan solo que la primavera haya estallado por fin y el sol radiante luzca en lo alto del cielo. Si no que con ello, queda inaugurada oficialmente la campaña de roca.
El fin de semana guardaré los piolets y los crampones en el armario del material, dormitando hasta la próxima temporada o, al menos, hasta la salida estival de Alpes.

Juanjo enlazando L2 y L3.

Y esta apertura radical de la temporada me a tocado vivirla en Madrid, ya que estoy realizando un curso aquí. Por lo que Pedriza y Patones se convertirá entre semana en mis zonas de entrenamiento y aprendizajes. 

Jose Felix en el L5 de la "Tito..."

La Pedriza es una de las zonas de escalada más peculiares de cuantas he visitado. Tiene personalidad propia y un carácter técnico, que poco tiene que ver con los cánones de moda.
Pero a cambio, crea pasiones y no son pocos los especialistas que acuden a ella cada fin de semana y pasan íntegramente su vida deportiva en este laberinto de granito.

Escalador en la "Clavel Rojo" del Hueso

Para empezar a saborearla, decidimos dejarnos guiar por la lista de las más recomendadas de la zona y este sábado, hemos ido a repetir estos tres trazados que os presento. 

Jesús vino a visitarme desde Extremadura y José Félix también se apuntó a la actividad. Juntos caminamos por la autopista que se adentra desde Canto Cochino, de forma paralela al río, hasta el fondo del valle.

Nos dirigimos en primer lugar a la “Tito-Rolin-Bus” del Hueso. Una vía de adherencia de libro. Recorrimos rápidamente los 5 largos del trazado y rapelamos por debajo del impresionante arco de roca que caracteriza y da nombre al muro. Otros escaladores sudaban tinta y resoplaban en la chimenea de la “Fulgencio” o bailaban sobre los anclajes de la “Clavel Rojo”.


De allí nos dirigimos campo a través, como huyendo de la contienda o, más bien, buscando de nuevo el frente de batalla hasta la pared del Pájaro. Uno de los verdaderos emblemas de la Pedriza, junto con el Yelmo.

La vía que queríamos escalar estaba ocupada, así que nos dirigimos a su cara este y dejamos la sur para la siguiente subida.
La ruta que nos recomendó José Félix fue la “Este clásica”, trazado abierto de forma espléndida en el 59. Fue una ascensión fugaz pero intensa.

Jesús en "La columna de Hércules" de la Este...

A la bajada José Félix, contra su voluntad, tuvo que irse a casa, ya que tenía compromisos. Pero Jesús y yo decidimos completar la jornada con la “Sur clásica directa”. Sin duda el trazado más recorrido del Pájaro una de las más bellas ascensiones  de la zona.
No se cuantas veces Fátima me había recomendado esta ruta y realmente me encantó. A partir de ahora, yo también la recomendaré a mis amigos.


Tranquilamente descendimos al la civilización de nuevo, metimos los pies en el agua helada del Manzanares y nos permitimos una buena merienda. Pues al día siguiente escalábamos de nuevo…

Jesús en el L1 de la "Sur" del Pájaro...

Sábado pedricero y domingo patonero. Jesús y yo lo dimos todo en el sector Luna y nos merendamos un buen puñado de vías hasta que el sol y el calor nos expulsó de la pared.

Jesús en el L2 de la "Sur"...

Hoy he vuelvo a ir aescalar. Y es que ahora ya no puedo parar…. La primavera ha llegado, a ver que encadenamos en otoño.


Los tres...
 
Al lío!!!

lunes, 2 de abril de 2012

PEDRIZA – EL HUESO: “Fulgencio” 175m, 6a… Una clásica con tintes únicos.

Es impresionante contemplar a groso modo la Pedriza. Pues de un solo vistazo el caos de bloques parece una fortaleza natural impenetrable que esconde mil secretos naturales únicos.

Adentrarse en ella confirma el “a vista” y por doquier aparecen rasgos singulares de un territorio que pocos conocen al dedillo y que para los foráneos es un laberinto difícil de conocer incluso con una buena guía en una mano y un mapa topográfico en la otra.

Fati en la chimenea del L1...

Hace muchos años que fui por primera vez a este lugar, allá por el 2002 cuando empezaba en esto de la escalada. Desde entonces no había vuelto a pisarla, ya que rodeados de granito, añoramos la caliza y cada vez que viajamos para escalar preferíamos ir a ella.

Juanjo en el L2...

Pero estos días que he pasado en Madrid y las rutas que he tenido que realizar por el entorno de la Pedri, me ha dado otra perspectiva y con otros ojos, he aprendido a valorar la belleza y la singularidad de este paisaje, venerado por unos y odiado por otros.

Juanjo superando el techito del L2...

De entre todos los riscos que componen el batolito de la Pedriza o al menos de los que yo conozco, el que más llamó mi atención desde un principio y me invitó a escalarle, es el que compone esta entrada, el Hueso.

Fati enmpieza el L3...

Pues un simple paseo por su base basta para quedarse con la boca abierta contemplando el gran arco que da nombre al sector y que levantándose un centenar de metros apoya en el muro con una aparente delicadeza que da respeto subirse a él y escalarlo.

Elegimos la vía “Fulgencio” ya que a mi parecer combinaba simpleza, clase y carácter. Un primer largo muy selectivo discurre por la chimenea que forma la pared y el arco, con muy poca protección, ni posibilidad de emplazarla. Es sin duda el clave de la vía y nos dará paso a disfrutar de los superiores. Premio merecido tras pasar este primer escoyo.

Fati en las setas del L3...

En la primera reunión ya estamos cabalgando el Hueso. De aquí para arriba dos largos preciosos predominantemente de adherencia nos llevarán a recorrer el lomo del hueso y nos dejará en la parte superior del mismo. Desde este punto aún nos quedarán dos tramos más fáciles y con seguros alejados para completar el recorrido de la ruta.

Fati en la laja final del L5...

Caminando de regreso contemplamos los demás riscos, fijándonos en las singularidades de cada uno, jugando al juego de buscar las formas a la pared, de ver la naturaleza con los ojos de la singularidad. Intentando descubrir los pequeños detalles.

Conocer un lugar ayuda a respetarlo y esto lleva a intentar conservarlo. La Pedriza invita a ser explorada, recompensa a quien la respeta y valora cualquier intento de ser conservada. A cambio ofrece joyas como esta y momentos inolvidables para cualquier viajero que se adentre en sus rincones.

Fati en la cima...

Al lio!!!