martes, 29 de julio de 2008

ALPES- AGUJAS DE CHAMONIX- AG. DU PAIGNE: “Le Maillón Manquat” 7a, 500m… Fisuras made in Chamonix.

Hay muchas clases de alpinismo, ya que esta “modalidad” deportiva esta compuesta por un innumerable conjunto de prácticas deportivas en la alta montaña. La roca, el hielo y la nieve son en su gran mayoría los compañeros de juego con los que libramos batallas intensas e interiores.

En la entrada anterior os relataba la aventura en los hielos alpinos vivida estos días, en esta, por cambiar radicalmente de escenario, nos aproximaremos a las paredes de perfecta roca granítica del macizo. Buscando en sus infinitos itinerarios, uno que nos encandile y nos haga probar la dulce roca de alta montaña, en la que las fisuras, placas y perfectos diedros nos dirijan directamente a sus afiladas cumbres.

Después de seguir el consejo de nuestros expertos amigos, mi compañero navarro Alex y yo emprendemos la ascensión por el teleférico del Midi, descifrando el croquis de la vía “Le Maillón Manquat” al gendarme de la Ag du Paigme. Pues ha sido esta línea, la elegida para calmar nuestra hambre de roca.

500 metros de pared, que a priori parecen mucho menos, y dificultades que rondan en sus tramos más difíciles el 7a, nos separan de nuestra cima, la cual como ya hemos comentado en otras líneas, es simplemente el punto donde comienza la bajada, ni más ni menos, un mirador privilegiado donde descansar para la otra mitad de la ruta.

Armados hasta los dientes de las más sofisticadas armas de escalar y con energías renovadas tras un día de buen descanso, emprendemos la escalada sin vacilación, arremetiendo largo tras largo contra finas líneas de aire que se vislumbran sobre las sólidas placas de duro granito.
Poco a poco las dimensiones de la pared van realzándose a nuestro avance y solo tras la útil lectura de nuestro topo guía, somos capaces de definir por donde debemos de atacar semejante murallón.

Los primeros largos más suaves y plaqueros en su gran mayoría, dan paso a la parte superior de la vía, donde la dificultad se intensifica y la necesidad de exprimir nuestra técnica gestual se demanda a grandes bocanadas.

El tiempo es excepcional, razón por la que el primero de cuerda, libre de ropaje que le impida el movimiento, disfruta de cada largo de forma inversamente proporcional al segundo, que cargado con la pesada mochila de agua y elementos varios, se encuentra obligado a trepar con un pesado lastre, exigiéndose un esfuerzo extra.

El equipamiento es escaso, pero entre reuniones equipas con spits y algún clavo, se intercalan con cuentagotas algún expansivo más o clavos variados, permitiendo de esta forma seguir bien el itinerario y apretar en algún paso más expuestos.

De esta guisa y tras una pequeña (embarcada) variante directa en el penúltimo largo que nos queda a una sola tirada de la cumbre, alcanzamos la mitad de nuestra ruta, la cima.

Desde esta, la tremenda panorámica del valle de Chamonix y la vertiente norte del Ag. du Midi, se antojan un paradisíaco lugar, a vista de pájaro, digno de los ojos más especiales.

Con el tiempo cumplido y a sabiendas de que perderíamos el último teleférico, la bajada es un paseo colgado de nuestras telas de araña, que nos deposita al comienzo de la aventura.

La jornada aun no ha finalizado y solo tras 1600 metros de desnivel de bajada, la podemos concluir directamente en el Poco Loco, con una especial de la casa entre nuestras manos, saboreando en triunfo inexistente de la hazaña, siempre personal, que hemos realizado, pues de ellas se alimenta nuestros sueños y motivaciones.

¿¿Donde nos llevarán nuestros pasos la próxima vez??. ¿¿Qué pared ocupará nuestros sueños??. Preguntas con difíciles respuestas… es la magia de la montaña.

Al lío!!!

ALPES, AG. DU CHARDONNET: “Goulottes Escarra y Charlet-Bettembourg”, hielo roca y nieve dentro de una batidora…

Una vez más el sueño alpino se cumple, y de vuelta al dulce y acogedor hogar, podemos recordar las aventuras y desventuras acontecidas durante esos largos periodos de juego inocente con las fuerzas de la naturaleza…

Pues que es el alpinismo sino un juego como cualquier otro, con unas características concretas y un terreno de juego inigualable, donde las sensaciones se elevan a la máxima expresión y los límites en ocasiones no están bien definidos.

Aun recuerdo las palabras de mi amigo Josito, cuando tras realizar las actividades que aquí si relatan, bajábamos algo fatigados por las pendientes de nieve dudosa colgadas del un vacío desolador: “El alpinismo es un deporte peligroso, nadie dice que no lo sea, por eso todo aquel que ose llamarse alpinista, debe conocer estos peligros y asumirlos, es parte del juego….”. Dudo que pueda olvidar estas palabras, ya que es una lección que todo joven aspirante a denominarse alpinista debe aprender.

Pero bueno, nudos mentales aparte, Alpes siempre puede llegar a sorprendernos, ya que lo componen lugares tan especialmente únicos, que por muchos años que dediquemos a conocerlo, año tras año nos seguirá sorprendiendo con pequeñas pinceladas del más exquisito trazo.

En esta ocasión mis pies, tras un largo periplo en tren, avión y coche, se encaminaban soportando un increíble peso hasta el refugio Albert 1º, a la vera del Glaciar de le Tour.
Como cada año por estas fechas el Stage de Alpinismo para Jóvenes organizado por el GAME, se disponía a comenzar y además de 8 jóvenes seleccionados para participar en dicha actividad, componíamos la procesión algunos técnicos de la Fedme encargados de la organización y parte del Equipo de Tecnificación de alpinismo de la Fedme, del cual yo participaba.

La montaña nos recibió con sus garras abiertas, y tras una mañana impecable, el chaparrón de granizo cubrió el ambiente empapándonos durante el último trayecto de la aproximación. Así que nuestra semana de vacaciones alpinas empezaba bien…

Pero a veces la montaña es benevolente con sus intrusos y los permite gozar de sus encantos, es el juego de amor-odio que tanto nos engancha a las relaciones, solo que en este caso la que manda es ella...



Como cada día de actividad le despertador del móvil da la señal odiada del nuevo día. Son las 2 de la madrugada y una luna en fase menguante, pero aun de grandes proporciones, nos saluda cuando, aun con los ojos medio cerrados, salimos del refugio, cargados con las pesadas mochilas, camino de nuestros sueños.

La luz del frontal nos guía por el caos de grietas del glaciar y marca nuestra posición como una luciérnaga en un inmenso plato blanco. La pequeña comitiva que se va acercando a la gran montaña para gozar de ella, la componen Mati, Josito y uno mismo, que arropado por estos grandes maestros, se siente capaz de enfrentarse a las pruebas más difíciles del juego.
Casi sin respiro, nos colocamos en la base de la montaña, nuestro objetivo es recorrer sus laderas flirteando con sus rocas, su hielo y su nieve, por las tremendas goulottes de su vertiente norte.
El Ag. de Chardonnet, nos acoge entre sus manos, aun cuando el alba esta todavía a un rato de despuntar y nos permite iniciar nuestra andadura por la “Escarra” a pasos agigantados.
Así a buen ritmo y en un largo ensamble ganamos la base del resalte que marca la mitad de la ruta. Josito se pide el caramelo y pasa a precederme en la cabeza de cordada.
Tras unos metros negociando con la verticalidad del muro de 85º que nos cierra el paso, lo supera con la suavidad que solo tiene un fuera de serie como es él, Mati y yo le seguimos disfrutando también del firme hielo.
De nuevo me ceden la batuta y tras otro largo ensamble, el sol nos sorprende en el hombro, a escasos 70 metros de la cima.

Cima que por su situación, domina uno de los rincones más bonitos e impresionantes de los Alpes, el circo de Argentiere. Tras un sinfín de fotos y nuevos sueños en la retina emprendemos la bajada a un ritmo de fuga.

En pocos minutos estamos de nuevo en el punto de inicio, y vuelta a comenzar la partida, esta vez con la "Goulotte Charlet-Bettembourg "como terreno de juego.
Mati encabeza la primera línea y de una sola tirada nos colocamos debajo del muro superior de la vía, el cual me dejan que encabece con la excusa de que tengo que curtirme en semejantes lances, 60 metros ajustados me hacen exprimirme disfrutando, ya solo queda una larga travesía más fácil para enlazar de nuevo con la ruta de descenso.

Por hoy el juego ha terminado, volvemos al acogedor refugio a descansar, pues como todo buen juego, engancha, y debemos estar descansados para emprender otra nueva partida en poco tiempo…


Al lío!!!

viernes, 18 de julio de 2008

GALAYOS: “Amanece que no es poco”…

Antes de ausentarme por unos días de recogimiento en algún rincón de los Alpes, me gustaría dejaros una recomendación para aquellos lectores que decidan pasar unos días de este magnífico verano en los amados Galayos. Pues a buen seguro los hay, ya que para mucho, entre los que me incluyo, es la mejor zona de clásica sobre granito de toda la península.

La vía que os presento, es una ruta poco conocida en general, pero que no deja de ser una clásica tanto en concepción como en equipamiento. Abierta por el “Maya” y compañía hace pocos añitos, “Amanece que no es poco” cumple las expectativas de una línea con semejante firma, pues a buen seguro nos dará lo que esperamos de ella.

Placa, fisuras, desplomes con agarre, diedros y un largo etcétera nos esperan para hacernos sudar tinta o en el mayor de los casos disfrutar de unos metros jugosos de pura roca granítica.

Sin más palabras en la recámara, os incito a que toméis la propuesta y disfrutéis de ella.

Al lío!!!!

jueves, 17 de julio de 2008

PIZ BERNINA: “Arista Biancocraf”… Un sueño infinito.

Es imposible no prenderse de los encantos de esta arista una vez que la contemplamos desde la inmensidad que da la distancia, pues su afilada espina de nieve señalando al cielo azul, se antoja atractiva y atrayente.

Por su parte el pico que la posé, El Piz Bernina (4049m), aun no siendo uno de los cuatromiles más famosos, puede presumir de ser el más oriental de cuentos componen el macizo de los Alpes.

Es por ello que aquel que pretenda subir un cuatromil solitario y además tiene la idea de hacerlo por un lugar impresionante, no puede dejar de leer estas líneas, ya que en ella intentaré relatar las maravillas de esta actividad y los pormenores de la misma.

Es cierto que todo viajero en un momento de su vida vuelve a lugares que le impresionaron alguna vez, yo en mi corta vida como viajero de montañas, no he estado en muchos, pero si que por propia iniciativa volví cuando tuve la oportunidad a este rincón de Suiza, donde el buen ambiente, las líneas interesantes y la poca saturación, hacen de él un paraíso alpino.

Pues la primera vez que fui a Alpes, participando en el Stage estival del Game, hace tan solo 4 años, lo hice a esta zona, más concretamente al Refugio de Diavolezza, que desde su pedestal domina la cara norte los Piz Palü objetivo en aquel entonces.
Desde aquellos días recuerdo haber mirado al Bernina y soñar con cabalgar sobre su arista nevada y afilada.

Unos cuantos años más tarde, junto a mi amigo y compañero de aventuras Fran, tuve la oportunidad de volver a esta zona; veníamos de escalar la cara Norte del Piz Badile, y no me fue difícil convencer a un eufórico Fran para acercarnos hasta Pontresina a intentar la ascensión de esta joya blanca.

El día de descanso entre ambas ascensiones lo pasamos en la ciudad fronteriza, libre de impuestos, de Livigno, donde llenamos el depósito y comimos de restaurante por un precio notablemente más bajo que en las vecinas localidades suizas o italianas.

Ya al día siguiente, sin mucho tiempo para nada, pues las vacaciones son muy cortas, emprendimos la preciosa aproximación desde Pontresina, por el Val di Roseg, en dirección a la Cabaña Tschierva, en total unas 3h 30m. En las que disfrutamos de un camino surcado únicamente por carros tirados de caballos, que llevan a turistas menos andarines a restaurantes que se encuentran al fondo del valle aprovechando el magnífico paisaje.
Una vez superados estas últimas construcciones que humanizan un poco la zona y crean cierto impacto, el camino se vuelve más abrupto y bonito a medida que ascendemos, conduciéndonos por terrenos plagados de cascadas y bosques. Hasta que una cierta distancia después todo desaparece y el glaciar hace acto de presencia, dominando todo el valle, estamos ya cerca de la cabaña, la jornada toca su fin.

El día amanece pronto, así debe de ser, ya que la jornada es muy larga, cuando emprendemos el ascenso a las luces del frontal, una línea de luciérnagas ya nos abren el paso serpenteando por la ladera de la montaña.
Gracias a nuestra buena aclimatación, no tardamos mucho en adelantar a gran parte de nuestros antecesores e iniciamos la vía ferrata con tan solo una cordada por delante nuestra, en ningún momento lo tomamos como una carrera, ni mucho menos, pero a decir verdad gusta disfrutar de un poco de soledad en actividades de esta índole.

Esta ferrata como yo denomino, es una vía de escalada equipada con numerosos parabolts, argollas y asideros, de forma que perfectamente se puede progresar en ensamble, así lo hicimos nosotros y en poco tiempo superamos el farallón rocoso que da acceso al pie de la codiciada arista.

Los rayos mañaneros perfilaban la arista cuando la vimos por primera vez, haciendo de ella, una línea divisoria perfecta que a modo de cuchillo, invitaba a andar por la cuerda floja.
Desde nuestra posición no parecía muy empinada y las dificultades se limitaban a seguir una marcada traza que durante días se llevaba tallando, en esas estábamos cuando realmente nos dimos cuenta de que las pendientes eran más inclinadas de lo que habíamos juzgado, pero aun así todo marchaba sobre ruedas.

Nos costó recorrer ese tramo una hora aproximadamente, tras el cual, se presentaba ante nosotros lo que sería el tramo más técnico de toda la ascensión, unos 200 metros de arista rocosa sobre terreno mixto, escalada con piolets y crampones.

Estábamos en la cima !!!, tras unas cuantas horas de magnífica escalada, habíamos llegado al punto más alto de nuestro objetivo.

Como es natural, una vez arriba hemos de bajar, para ello decidimos emprender el descenso por lo que en realidad es la subida normal al Bernina.
Tras un tramo de arista, y unos rápeles equipados, nos encontramos en una gran pala con traza de subida que nos dirige a las proximidades del refugio Marco e Rosa, desde este nuestro objetivo es bajar hasta el glaciar del Morteratsch y llegar al Ref. Diavolezza, desde donde un telecabina nos devolverá al valle.

Esta empresa, cave decir de primeras, es un tanto larga y no exenta de peligros, es por ello que optar por ella, requiere ir a buen ritmo en la arista y de todas formas corremos el peligro de perder el último viaje del telecabina (ver horarios) y tener que pernoctar en el citado refugio o en la estación de la cabina.

La bajada hasta el glaciar, se produce por un riñón de roca que se sitúa a la derecha de los Palü según miramos a ellos de frente (ver mapa adjunto), en ella puede haber traza o no, pero debemos dirigirnos hacía una arista rocosa en la que realizaremos varios rápeles para descenderla.
De esta forma llegamos a unas nuevas planchas de nieve que iremos descendiendo hasta llegar al glaciar. Lo más difícil esta hecho, pues ya solo queda cruzar este y remontar los 300 o 400 metros de desnivel que nos separan del pedestal del refugio.

Si habéis sido rápidos incluso podréis tomaros una cerveza o refresco con unas vistas difíciles de olvidar. Si habéis ajustado, como nosotros, bajareis a celebrarlo en el pueblo. Y si por el contrario no os ha dado tiempo, también lo podréis celebrar viendo el atardecer sobre los Palü y recordando las horas que habéis estado cabalgando sobre el afilado horizonte de la Biancocraft.

Sin más, de espaldas a la montaña, escuchando el sonido que producen mis pisadas sobre el glaciar, guardo en mi memoria lo vivido, saboreando cada tramo de la escalada y deseando desde lo más profundo de mí, volver a ese lugar a disfrutar de nuevos encuentros.

Como dice un amigo mío, hasta la vista alpinistas!!!




Al lío!!!

miércoles, 16 de julio de 2008

ESCALADA EN EXTREMADURA - PUERTO ROQUE – VALENCIA DE ALCÁNTARA

Hace un tiempo escribía un artículo sobre algunas zonas de escalada de Extremadura, que junto a los ya colgado del Valle del Jerte, daban una pequeña idea de que en estas tierras, “típicamente” llanas y abarrotadas de cerdos, encinas y alcornoques, también se practicaba eso de subirse por las piedras.

Con esa nueva entrada, quiero presentaros, la que posiblemente sea la zona con más posibilidades de la provincia de Cáceres y de toda la región, si bien, hasta la fecha, solo pequeñas incursiones han dejado unas cuantas vías ideales para aprender las artes del oficio.
Esta pequeña zona cuarcítica que se denomina “Puerto Roque”, se sitúa en el termino municipal de Valencia de Alcántara y hace de barrera natural con los vecinos portugueses.

La franja rocosa que a modo de espina dorsal sobresale de la tierra en cúmulos rocosos de dura roca, recorre durante varios kilómetros una basta extensión de tierras de cultivo. Siendo este uno de los principales inconvenientes para su desarrollo hasta la fecha.

Las vías equipadas a día de hoy, se sitúan cerca de la señalada frontera. Para acceder a ellas, es necesario seguir la carretera que nos lleva a la frontera y aparcar el coche en una gasolinera situada en el flanco de las paredes, estas, son visibles desde la carretera.

Un sendero, bastante sinuoso, sube en dirección a las paredes serpenteando por encima de los resto del incendio que hace unos años arrasó la zona, pero que gracias al buen hacer de la madre naturaleza, poco a poco se van borrando sus huellas.
Llegaremos si todo va bien a pie de vía, cerca de una brecha que permite cruzar al otro lado (Finca privada, no pasar) donde dos vías (6c y 7a+) ponen el máximo grado de la escuela.
Si no cruzamos estaremos situados en frente del sector “Itis”, donde no debemos dejar de hacer la vía “Motoritis”, continuando el camino, en pocos metros empezarán las vías del sector “Machacas” y un centenar de metros más allá las placas de “Yosemite”.
En total cerca de una cincuentena de vías, donde el grado en general en bajo y el equipamiento ideal para dar nuestros primeros pasos en este deporte de forma segura.

No en vano algunas de las vías equipadas en la zona, sirvieron y sirven para cursillos de escalada de la Fexme y de la Facultad de CC del deporte de Cáceres.

Sin duda un lugar peculiar, con roca peculiar, en el que pasar una tarde de primavera, otoño o invierno, al calor del sol. Por que eso si, cuando pega de lleno es insoportable, por lo que mejor en verano buscamos otra zona.

Espero con esto tirar alguna flecha a quien competa, ya que se me antoja una empresa del todo atractiva el que se equipen más vías en esa bonita zona, bien Ayuntamientos o Plataformas de Turismo Rural podrían y deberían apoyar estas cosas, porque no es solo se crean nuevos atractivos turísticos, buenos en todo caso para la zona, sino que se además se establecen nuevas instalaciones deportivas para los jóvenes de la zona. A todas luces, positivo para todos.
Hay queda la reflexión….


Sin más, al lío!!!

lunes, 14 de julio de 2008

TOROZO: “Moby Dick” 250m, 6c…. Visita Express sin desperdicios.

Una vez más encaminamos la empinada cuesta que lleva a la base del Torozo, esta vez, tras un fin de semana trabajando en la Vera, nuestros cuerpos no están del todo pletóricos y más si tenemos en cuenta que son las 3 y media de la tarde del domingo y queremos escalar una vía larga con una buena aproximación.

Ya en dos ocasiones me había plantado en la base de la “Moby Dick” con intención de realizarla, y bien por unas cosas o por otras, en ambas había tomado otra alternativa. Ya era hora, a la tercera ha sido la vencida.
Por lo que había oído de la vía, era muy buena y con el reequipamiento de Gabi, había quedado al pelo, y os digo la verdad merece los comentarios que sobre ella recaen y muchos más.
La calidad de la roca, los espectaculares pasajes y lo mantenido de la vía, hacen de ella, igual, la mejor vía que he hecho en el Torozo, y ya van unas cuantas.
Cave decir que tanto a Javi como a mi, nos parece que los largos están un poco ajustados en el grado y que no se parece al que ronda por la zona. Aun así, al ser obligado solo 6a+/b, es fácil pasar las secuencias más complicadas en A0.

Es importante llevar un buen croquis ya que como cruza con varias vías y nos encontramos chapas de otras que surcan tramos paralelos a esta, es fácil cambiarse de itinerario y meterse en algún marrón.

Para nosotros esta vía, a supuesto un gran disfrute, como ya comenté antes, empezamos la aproximación a las 3 y media de la tarde, después de un fin de semana cargadito y una semana de cerezeceros. A las 5 llegábamos la pie de vía y la las 9 y media llegábamos de nuevo al coche.
Entre media largos de ensueño, diedros perfectos y un montón de metros de escalada dignos de las mejores yemas, obra de arte vertical que no hay que dejar de disfrutar…. Un lujo, al alcance de nuestros sentidos.

Lo mejor y pero según se mire, es la gran cantidad de equipamiento que tiene la ruta.

Además de reuniones equipadas, cuenta con numerosas chapas con parabolts y clavos sicados en casi todos los largos, sobre todo en las secuencias claves. Es por ello que con solo 4 o 5 friends medianos y un par de aliens, es suficiente.

Sin más os sito a que hagáis una visita a esta ruta, a buen seguro os gustará… Ya me contaréis.


Al lío!!!

sábado, 12 de julio de 2008

JORASSES: Las hermanas pequeñas… Vía “Contamine” a las Petit Jorasses


Sin lugar a dudas las Jorasses son uno de los lugares más maravillosos de los Alpes, caminar por el glaciar de la Mer de Glace en dirección a ellas, es un ejercicio de abstracción que te transporta a una aventura profunda.

Solo, la misma visión desde la estación del tren cremallera de Montenvert, hace estremecerse al valeroso soñador que llega hasta allí preparado con sus bártulos para acometer escaladas en sus dominios.

Mi compañero Jorge Valle y yo, acudiamos a la llamada como dos peregrinos. Habíamos dejado a nuestros compañeros del grupo de Tecnificación de Alpinismo de la Fexme en Chamonix, preparandose para ascender el Mont Blanc, cosa que ambos ya habíamos realizado anteriormente.
Así que, con la excusa perfecta y la motivación escapándose por los poros de la piel realizamos el trayecto disfrutando de cada paso, de cada palabra, de cada paisaje… en fin, de cada segundo de nuestro retiro voluntario.

En poco más de 3h estábamos subiendo por la ferrata que Leschaux, balcón perfecto para contemplar la magnífica pared de la Grandes Jorasses, cubiertas en esta ocasión por un manto nivoso que indicaba las poco agraciadas condiciones que en ese momento tenia la pared.
Pero nuestro objetivo no estaba allí o al menos en esa ocasión, porque aunque el Espolón Walker, es y será mi objetivo hasta que consiga escalarlo, las malas condiciones que ya conocíamos nos habían obligado a buscarle sustituto al menos por este año.
Es por ello que nuestros ojos ,también miraban de reojo a sus hermanas pequeñas, las Petit Jorasses, mucho menos majestuosas, pero no por ello despreciables, ya que su pared principal de 700 m, contiene algunas vías de mucha calidad.

La vía “Contamine” 700m, MD-, era nuestra elección, una escalada del día, desde la cual podíamos divisar toda la panorámica de las hermanas mayores.

Como todo en Alpes, comenzamos a las 2 de la madrugada, cuando el despertador da su señal y nos sentimos obligados de desprendernos del edredón nórdico rosa que abrigaba nuestros sueños. Tras un desayuno expres ya estamos en marcha.

La aproximación por el glaciar nos cuesta más de lo esperado y no atinamos a resolver el laberinto de bloques de hielo que tenemos delante, mas cuando queremos darnos cuenta, hemos dado una vuelta enorme para acceder al pie de vía, pero ya estamos allí.

La escalada pronto borra de nuestras cabezas todo el mundo ajeno a ella, las tiradas se suceden largo a largo vislumbrando por donde puede ir el itinerario, que en algunos puntos cruza la línea de chapas de la vía de Piola (Annouk), vamos siguiendo la ruta que años atrás siguieron los pioneros y algunos clavos nos señalan de vez en cuando que el camino es el correcto.

Varias horas después estamos cerca de la cumbre, la escalada a sido maravillosa y después de varios cientos de metros escalados, el glaciar es como una lengua blanca que se extiende en el fondo del valle, el punto más alto esta muy cerca, y ya casi tocamos la infinidad del cielo.

Alcanzado ese punto, todo se detiene, de nuevo analizo el camino, y concluyo que es él quien me trajo hasta aquí, que la cumbre es bonita, pero no deja de ser algo secundario.
Saludo al “Espolón Walker”,-" igual pronto le estrecho la mano"- y sin más, comenzamos el descenso por Annouk, 14 rápeles equipados.

Al refugio no llegamos pronto, pero Delfhin nos tiene guardada la cena, juntos Jorge y yo, a la luz del frontal disfrutamos de una velada cargada de ensueño y silencio bajo el cielo estrellado.



No se si el relato es un poco sentimental, si la info que presento es buena o mala, muchas veces me pongo a escribir y me dejo llevar por lo que me sale. Pero si alguien esta interesado en obtener más detalles, no dude en escribirme algún comentario, que gustoso lo contestaré lo mejor que pueda.

Al lío!!


miércoles, 9 de julio de 2008

RIGLOS: “Rabadá- Navarro” Al Fire, una imprescindible….

A. Rabadá y E. Navarro son sin duda una de las cordadas más polifacéticas de la historia de la escalada-alpinismo español. Sin duda su trayectoria y su fatal accidente en la cara Norte del Eiger contribuyeron a que, como todos los grandes artistas, su obra se haga famosa después de su muerte.
Las cinco vías características de la cordada aragonesa son un paseo por la historia de aquellos maravillosos años, donde bailar en la cuerda floja de lo arriesgado era un tributo que había que pagar.


En la actualidad el Fire, el Puro, el Tozal del Mallo, el Pilar del Cotatuero y el Naranjo de Bulnes, son visitas casi obligadas para escaladores experimentados y principiantes, soñando todos con recorrer los pasos de los míticos pioneros.

Para hoy hemos reservado una de las escaladas más arriesgadas y osadas que protagonizo el dúo, pues aunque la más famosa sea la del Naranjo, para mi esta es más meritoria si cave, pues la exposición y las características de la pared, hacen de la misma una aventura aun en nuestros días.

Se trata de una línea increíble que surca el espolón S.E del Fire, levantadose como una proa enfilada hacía en valle del río Gállego. Sus 300 m de recorrido y su equipamiento escaso y en mal estado, y la posibilidad de embarques, hacen de su escalada un reto que no está al alcance de todo el mundo.

Es conveniente para su repetición tener en cuenta varias cosas importantes que nos pueden salvar de diversas situaciones indeseables: la primera de ellas es tener en cuenta que la vía se abrió en el 61, sin expansivos, por lo que el trazado es siempre el más lógico, buscando los puntos más débiles de la pared. La segunda, es llevar un croquis lo más detallado posible y seguirlo continuamente. Por último, no subestimar la dificultad de la vía, pues aun siendo asequible, la cabeza nos puede jugar una mala pasada.

En algunas ocasiones me habéis pedido que colgase esta vía, y e aquí.
Ya hace algún tiempo que la hice y no recuerdo muy bien para hacer una descripción, pero bueno…
Eso si, es una imprescindible, no solo por lo que representa, sino también por la calidad del trazado, 5 estrellas.

Al lío!!!