SOLANA DE ÁVILA – SECTOR “PERLAS ROJAS”: Escalada en fisuras de alta dificultad…. Nuevas Rutas.

Una vez más acudimos a nuestra “casa” recorriendo los pasos ya conocidos, concentrados en cada destalle que se nos antoje diferente, un poco más de agua en el riachuelo, unos escaladores en algún sector, unas chapas nuevas en algún lugar, etc.. Hemos recorrido tantas veces el camino, que los pies reconocen cada paso antes incluso de darlo.

Con paso rápido volvemos a nuestro nuevo sector, allá por las tierras medias de la inconfundible Solana. No hace mucho inauguramos la zona con la apertura de “Niño Pony”, y bautizando el nuevo sector como “Perlas Rojas”, en honor de los preciados frutos que con gran calidad se producen en nuestras tierras del Valle del Jerte.

Nuestra idea de hoy es en parte una continuación de nuestras últimas incursiones en la zona, abrir algo de lo que tenemos visto y empezar a probar el proyecto duro que abrimos anteriormente.

Cada uno por su cuenta, mi hermano y yo nos descolgamos por diferentes lugares, con el objetivo de ir descubriendo debajo del feo musgo los agarres que nos permitan escalar estos magníficos itinerarios. Trabajo duro, costoso, sacrificado y únicamente valorado por la satisfacción del trabajo bien hecho que percibe en equipador. Solamente ponemos los descuelgues, ya que ambas se pueden autoproteger.

Nace así “Welcome to hell”, que junto a “Niño Pony” son las únicas propuestas que hasta ahora tiene el sector.

Después del duro trabajo, viene la recompensa de una escalada excitante y psicológica sobre nuestros viejos cacharros colocados en el nuevo itinerario.
De esta forma los movimientos se suceden con la intención de alcanzar la cumbre de la pared con más o menos esfuerzos, aunque parece que el cansancio acumulado tras varios días de dura escalada y/o la cruel gravedad, no están por la labor de permitirnos ese lujo.
Con lo cual tras varios intentos sobre “Niño Pony” y la sensación de encontrarnos frente a una ruta dura de pelar, nos tenemos que retirar resignados, esperando volver pronto con renovadas fuerzas a dejarnos la piel, en los duros empotramientos de este itinerario de 25 metros, surcado por una fina fisura que nos hace bailar a su son y que aventurandonos deducimos que superará el 7c.

La “Welcome…” deberá esperar su turno para ser escalada, y otras el suyo para ser abiertas, pues como las buenas cosas, deben hacerse despacio, con tacto, madurando cada ruta hasta encontrarla la mejor solución.

Así que, si os molan las fisuras de dificultad y autoprotección, a buen seguro disfrutareis en estas dos propuestas, aun sin encadenar, pero ya preparadas para los más osados del panorama.

Ah!!! No olvidéis el esparadrapo.

Al lío!!!!