SOLANA DE ÁVILA: Artificial solitario en "Patagonía".... “Agujero en el cielo” y “Vía Láctea”

Ya tenía ganas de hacer alguna actividad de esta índole, ya que enfrentarte tu solo, únicamente con tus recursos y tus historias a una escalada de aventura, es una vuelta de tuerca más, al maravilloso mundo que envuelve a este deporte.

Últimamente la cercanía de la escuela avilense de Solana de Ávila, esta siendo decisiva para que acudamos a ella casi a diario, ya que al estar atado por las tardes, es la mejor alternativa de la que disponemos, pero que demonios, es un paraíso increíble, lleno de sorpresas, solitario y con una calidad excepcional, sobre todo los sectores más alejados y por ende los menos visitados.

Esta vez, a la falta de compañero que me ronda estos días, se sumaban las ganas de escalar, que había acumulado, tras un par de días de descanso voluntario. Por ello decidí armarme de valor e ir a “Patagonia” a ver si repetía un par de vías con muy buena pinta que tenía muchas ganas de hacer. Además como eran de artificial, así pedaleaba un rato y practicaba el autoseguro.

Cargado con una gran mochila y el arsenal propio del asunto, emprendí el ascenso hasta pie de vía, que con la tontería me llevo una agotadora hora.
Montar la reunión de base y organizar el material me costó otro rato más, pues que diferente es hacer las cosas tu solo, cuando estas acostumbrado ha hacerlas entre dos.
De forma que con todo preparado, empecé un camino interior hacía la cima de la pared 60 metros más arriba.

Mi mayor preocupación, era superar los primeros tramos de escalada en libre, pues no sabía como me iba a resultar el sistema que llevaba, mezcla de nudos y gri-gri. Pero pronto cogí el tranquillo y supere los dichosos metros rápidamente (V-), ya estaba en el artifo, la cosa cambiaba, todo a realintí y disfrutando de las canciones que entonaba para el deleite de mis oídos y el sufrimiento de cualquiera que me pudiese escuchar a lo lejos.
Las conversaciones interiores se suceden unas tras otras y por fin descubro que este tipo de escalada es un buen recurso cuando debes tomar decisiones importantes, no era el caso, pero lo aplicaré cuando llegue la ocasión.

Llego a la primera reunión en poco tiempo, pues los movimientos eran menos difíciles de lo que me esperaba. Desciendo y subo de nuevo limpiando el largo. Es lo que toca, recorrer tres veces la vía, subes, bajas y de nuevo para arriba… y pin,pan.

El segundo largo en teoría tenía al principio el tramo más complicado, un supuesto A2+, que supero con dos friends XL, y se me antoja A1, supongo que los aperturistas no llevaban esos cacharros y por eso les costaría más, pero…

Tras estos primeros metros y un par de movimientos en libre empieza el pastel, la fisura de la derecha, correspondiente al “Agujero de Cielo”, esta llena de musgo, supongo que en años nadie ha pasado por ahí, pero los anclajes entran bien y la escalo con relativa tranquilidad.
Un nuevo rapel, con el que voy limpiando la ruta, me deja de nuevo en la reunión intermedia, desde donde sale el largo que compone la “Vía Láctea”.

El primer tramo común con la anterior, desemboca en una travesía sobre clavos debajo del techo, hasta enfilar la perfecta fisura que lo recorre. Disfruto como un enano colgado del vacío, las emociones no dejan de sucederse, y friend tras friend, voy ganando metros a este precioso A2, que me deja el mejor sabor de boca del día.
Cosa diferente al juego de malabarismo que tengo que hacer para limpiarlo.

Estoy en la cumbre, con los dos itinerarios escalados, el sol desde la altura me dice que ya es hora de volver, miro a mi alrededor y me pregunto porque disfrutaré tanto haciendo lo que hago, si alguna vez será capaz de expresarlo con palabras o si al menos podré transmitírselo a otros… ¿Qué tienen estas actividades que nos fascinan, nos emocionan y nos llenan tanto?

Me gustaría amigos, que alguno fuese capaz de explicármelo, o al menos lo intentara, pues es un dilema que se merece una reflexión interna en algún otro solo…

Al lío!!!