Pero el objetivo del viaje, iba más allá de actividad de escalada en sí, pues durante las dos jornadas del fin de semana tendríamos tiempo para escalar, reuniones, proyecciones y momentos para conocer y compartir con otros jóvenes alpinistas de las diferentes comunidades autónomas.
Ferrán en el L2, la joya de la vía...
Tras un largo viaje y una noche que pasó fugazmente, la mañana despertó sombría, gris y rebelde, dibujada de nubes que ennegrecían por aquí y por allá. Preocupados más que asustados, no teníamos otra idea en la cabeza más que la de escalar y por ello, aunque el ambiente nos dijese que no, cogimos el armamento, se mezclaron las cordadas y nos dirigimos a la gran pared de Leiva.
Era nuestra primera visita y visto lo visto, era mejor acercarse a una vía desplomada, ya que si llovía no nos mojaríamos hasta la cumbre. Previamente ya habíamos decidido que “Lozano-Matas” 7c+, 120m sería nuestro objetivo, pues reunía las características que buscábamos dificultad, desplome rojo y solo tres largos, para salir rápido si se ponía la cosa mojada. Ferrán Martínez, se apuntó al equipo y así, junto a mi hermano Javi, emprendimos la escalada.
Los hermanos Cano en la R2...
Para Ferrán el primer largo (6b+), para mi el segundo (7a), magníficos 45m de continuidad y para Javi el último (7c+), que no logró encadenar pero estuvo muy cerca, desmereciendo, todo sea dicho, los últimos cantos retocados y picados lo espectacular de la vía, que perfectamente podría haber quedado como 7b/A0 magnífico que 7c+ descolorido.
Mientras estábamos sumidos en la escalada el tiempo empeoró, y ya en el final de vía lamimos gotas de agua que auguraban el fin de las andadas por tierras murcianas, varias cordadas se bajaron de la pared al comenzar la lluvia, las más surcaron los últimos metros sobre muros mojados y resbaladizos, pero para todos este fue el fin de las actividades escaladoras del fin de semana.
Descenso pasado por agua...
Tras reuniones por la tarde y alguna que otra actividad sorpresa, llegó el turno a la mejor de todas, una Proyección de Miguel Angel García Gallego que nos transportó a las tierras de Groenlandia, para contemplar el universo de paredes y grandes trazados que posé este rincón del mundo y como ellos contribuyeron a aumentarlo con la apertura de una gran ruta “Jacques Cousteau” (1.000 m, 6c/A4) al Suikarsuak (Groenlandia), con Clavel, José Matas y Seiquer. El estado de motivación que nos provocó, escapa a mis capacidades para expresarlo, y es casi seguro que mi próximo viaje sea a Groenlandia.
El grupo, foto extraida del blog del GTAA
Así al día siguiente, sin perspectivas de actividad, cumplimos con nuestras reuniones de trabajo sobre tecnificación y partimos a casa, en un estado intermedio entre insatisfechos y motivados, que sin duda cambiaremos en la próxima actividad.
Al lío!!!
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