miércoles, 19 de mayo de 2010

ESCALADA EN PORTUGAL: Penha Garcia ... la rota dos fossies. Salida final de la Escuela de Escalada de Plasencia 2009/10

Creo que aún estoy un poco dormido, el traqueteo del autobús, me ha devuelto a la realidad tras uno de esos bonitos sueños de los que no quieres despertar, justo en el instante en que cruzamos la frontera y en la radio suena esa canción ideal cuyo nombre nunca recuerdo, es entonces, cuando mi mente se sitúa en el sitio y el lugar concreto donde me encuentro.

Detrás de mi, en los asientos que cierran el bus, está el resultado de un año de trabajo en la escuela municipal de Plasencia, mi alumnos, que tanto quiero y aprecio. Juntos vamos a pasar un día de escalada apasionante en la pequeña escuela de Penha Garcia, en otro país, tan cercano y distinto como es Portugal.

Mi cabeza se empeña en recuperar el sueño en el que estaba enfrascado, pero que irremediablemente se ha esfumando con la letra de la canción que ya termina, por lo que decido meditar sobre el trabajo realizado con los deportistas y los objetivos conseguidos.

Pues, nunca me he preparado una clase tan a fondo, como la primera que di allá por Octubre en mi primer día de escuela. Con ella, quería sorprender y motivar a partes iguales, aportando diferentes visiones de la escalada, desde las más puramente técnicas, hasta las educativas y didácticas, y utilizando el deporte más como medio, para trasmitir actitudes, que como fin en si mismo.

Si duda, soy consciente de los errores cometidos y en cierto modo ya planeo la forma de mejorarlos en años posteriores, pero no puedo dejar de disfrutar de los logros conseguidos. Sobre todo cuando veo a mi alumnos, cooperar, relacionarse sin exclusiones, a los padres implicados, respetando a los compañeros, asegurándose de forma autónoma o trepando como auténticos morgaños por las paredes tanto naturales como artificiales. Es una sensación de satisfacción y realización, que te ayuda a seguir trabajando para que todo continúe en esa línea.

El caso, es que llegamos a Penha García, disfrutamos de los encantos de aquel rincón portugués, amable, no solo con el grado de las rutas, único, en parte por la curiosidad de sus fósiles en cuarcita, y acogedor, gracias sobre todo a la sencillez de sus gentes, a lo cuidado de su entorno y a las preciosas "siemprevivas" que adornan el decorado.

Es este artículo una invitación para viajeros y escaladores con ganas de conocer nuevos rincones, especialmente para aquellos que se están iniciando y buscan zonas de aprendizaje seguras y suaves. También, es en parte, una carta de agradecimiento a mis alumnos, ya que durante este año, me han echo crecer como persona y como docente, que han alegrado muchas de mis tardes y me han echo desesperarme pocas veces, pues sin ellos, nada sería igual.


El curso que viene más y mejor...


Al lio!!!

1 comentario:

telva pinon dijo...

gracias por mostrarnoslo