Cabañas siempre me ha acogido en estos momentos de recogimiento interior y me ha tratado especialmente bien, por ello encaminé mis pasos allí, en busca de una nueva ruta o un proyecto en el que trabajar, pensando en todo momento en esa placa misteriosa y vertical que tenía desde hace años intención de equipar.
Así empezó la historia y cuatro horas después de haber encontrado la cabecera de la vía y comenzado su limpieza finalizó, truncada por el mar de líquen y musgo que la cubría. No tenía energía para tanto esfuerzo y decidí quemar lo que me quedaba de día en un libro apasionante de K. Follet.
Como de la noche al día, el atardecer trajo consigo a mi hermano Javi y a sus compañeros Jesús y Ángelote, que venían del dichoso Raid, con el título de Campeones de Extremadura, a modo de pan, bajo el brazo. La tranquilidad del momento fue disipada al instante y se convirtió en una velada de risas y chanzas alrededor de una cena austera.
Al día siguiente tocaba por fin escalar, para Jesús y Angelote, sin apenas experiencias en vías de varios largos, supuso un impulso para su motivación y un nuevo horizonte al que guiar sus energías. Ascendimos “El Matiz viene después”, “Pregúntale a Manolo”, “Que viva la Guardia Civil” y “La Madelón”, tras esto, cansados pero contentos, pusimos fin a la jornada y, con un pequeño bocadillo sobre las manos, seguimos con el cachondeo, pues de eso que no falte.
El proyecto de la Placa, ha ganado nuestro primer asalto, pero volveré de nuevo para retarle….
1 comentario:
juanjito, muy bueno el articulo tio, me ha gustado mucho, cuando me digistes que leyera el articulo, en realidad ley otro, el siguiente de cabañas del castillo, pero hoy me e encontrado con este precioso articulo jejej, ave si salimos mas a menudo y vuelves a escribir articulos como estos, que solo leyendolos me motivo jajajja, un abrazo
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