martes, 10 de junio de 2008

RIGLOS: “Vixente Inuxente” y “Murciana”. La triste despedida….

Se acaba el curso escolar y con el los exámenes, los trabajos y todas esas cosas que no echamos, ni por asomo, de menos los estudiantes durante el verano.

Pero para mi finalizan más cosas en estos días, con mi estancia en tierras aragonesas, pues ya es hora de volver a casa.

Yo prefiero tomarme esta transición como un hasta pronto, ya que sin duda, los amigos y conocidos que he hecho aquí, recibirán más de una visita mía, hasta que me llamen pesado.

Como ya sabéis los que, durante estos cuatro meses de andadura, hayáis seguido este blog, me he enamorado, platónicamente hablando, de Riglos. Y es por eso que mi último o eso creo, artículo desde Huesca, lo quiero dedicar a ellos.

Son ya más de una docena las vías que podéis encontrar de esta zona aquí, y a partir de hoy serán dos más: “Vixente Inuxente” y “Murciana”.

Ambas, preciosos recorridos que surcan, paralelas entre si y muy cerca la una de la otra, la parte derecha del pisón, alcanzando en unos 300 metros su cumbre y proporcionando al escalador que se adentre en sus pasajes, unos metros de roca, sublimes, compactos y disfrutotes, muy bien asegurados y para nada obligados en el grado.

“Murciana”, fue, como la de muchos, mi primera vía al Pisón y en Riglos, ya hace un par de años, y aun así recuerdo el impacto que me causó y el “cambio de chip” que tuve que dar al pasar de mi querido granito galayero, al aparentemente frágil y desplomado ambiente riglero.

Pocos recuerdos me quedan de entonces respecto a esa línea, que escalé con un compañero de Plan de Tecnificación de la Fexme: Javi, pero lo que si recuerdo como si fuese ahora mismo, es la sensación de cansancio que me producían aquellos largos, que por aquellos tiempos, no se parecían en nada a lo que había escalado por Gredos.

Con la perspectiva que te da el tiempo y la experiencia, ya en este año, acometí una nueva escalada al Pisón, esta vez la “Vixente Inuxente” era nuestro objetivo.

Mi cuerda era compartida por Agus, inseparable amigo y compañero que cordada en este periplo por tierras oscenses.

Este día, empecé a descubrir un Riglos diferente, pues hasta la fecha, que no recuerdo muy bien cuando fue, solo que hace ya unos meses, me dedicaba a repetir vías clásicas de dificultad media-baja, no se, si por miedo o por desconocimiento de otras líneas maestras imprescindibles.

La “Vixente..” me supuso un paso necesario, pues disfrute en ella lo más grande, no sabría explicar si por el magnífico día que nos salio, por la escalada en si o por ambas cosas mezcladas y amasadas. El hecho es que la nueva cita que ese día tuve con los Mallos, se saldó con un beso tan intenso, que no podía discutir ya que estaba prendido de ellos.

Para los que como yo busquen en estas líneas, excusas, para poder acudir de nuevo a su cita en el Reino de los Mallos o simplemente busquen una primera vez, solo decirles que he aquí dos buenos pretextos, líneas maestras que ya merecen una visita.

Por cierto, una cosa, cuando acudáis a estas, mis amadas paredes rigleras, dadles un beso de mi parte.

Al lío!!!

2 comentarios:

Juan korkuerika dijo...

Riglos te esperará con los brazos abiertos... me parece que aquí tambié tienes tu casa...
Hasta la vista alpinista

Fer dijo...

Se te nota REALMENTE enamorado de ese lugar.
Y no me extraña.
Slds.