Abriendo "La bella y el Bestia".
Es tan fácil crear una vía como difícil definir un buen trazado desde el suelo, ascenderlo y que tenga esencia en sus movimientos, cuerpo en su desarrollo y deje buen sabor de boca en su cima, este artículo trata de una buena repetición de la vía “El libro del Viento” 100m, 7a en el Risco del Fraile, y dos simples aperturas de escalada completamente limpia, improvisadas sobre la marcha, bien definidas en su desarrollo y con carácter aventurero y limpio, pero cortas y con poca meditación, una en el Risco del Fraile, “La bella y el Bestia” 70m, 6b y la otra en el risco que se encuentra debajo de este y que hemos denominado como Risco de los Extremeños (ya que no se le conoce nombre alguno), llamada “Buscando una Luna” 60m, 6a.
Como ya hemos relatado en el articulo anterior, “El Libro del Viento” fue el preludio para intentar en libre el diedro de la “GAPE” y sin embargo merece unas líneas más de las que hasta ahora le hemos dedicado, una ruta verdaderamente interesante, difícil y con carácter recio, que surca en cuatro largos, donde predominan las fisuras, la parte derecha del Risco. A destacar, para nuestro gusto el primero y cuarto largo por calidad y belleza, reuniones a montar y un equipamiento semi-nulo.
Después, como ya sabréis, vino el encadene de la “GAPE” por parte de Javi y, durante y después, la apertura de las dos nuevas rutas. La primera de ella “Buscando una luna” 60m, 6a la encontraremos en el risco que se encuentra debajo del Fraile y discurre por un marcado diedro abajo y una placa fisurada arriba, dejándote de nuevo en la base del citado risco y por lo tanto puede servir de perfecto calentamiento para entrar, con las pilas puestas, a alguna de las rutas de este muro superior.
Abriendo "Buscando una luna" en el Risco de los Extremeños.
La segunda, “La bella y el bestia” 70m, 6b , bien se podríais seguir por esta si empezamos desde la ruta anterior, se compone de dos largos de gran calidad por el muro izquierdo del Fraile, un primer tramo sobre fisuras y lajas, te sitúa en un nicho escondido y de este por un diedro poco definido a izquierdas se alcanza la cima.
Juanjo en el L2 de "Buscando una luna" con gran ambiente en el fondo.
Filosofear sobre estilos de apertura es, para muchos aperturistas, un tema en boga para cada velada y un sistema por el cual rigen su importantísima labor. Por mi parte igual abro vías de este porte sin ningún rastro en el camino, que equipo rutas deportivas de varios largos, bordillos en Valcorchero o limpio bloques para el boulder, no tengo definido mi estilo o sí, no consigo establecer un patrón de vías y llevarlo a la práctica, más bien hago lo que ese día me apetece, pensado a veces solo en mi y otras veces en que la gente repita mis vías.
Iniciando "El libro del viento", L1 6c.
Sobran las comparaciones y no me gustaría que se malinterpretasen mis palabras, pero me da la sensación de que el estilo con el que se abre una vía representa el estado de animo del aperturista, sus sentimientos, su forma de ser, dice mucho más de él, que lo que a simple vista parece, al igual que un pintor representa en un lienzo su arte o un niño traza en un folio el dibujo de sus pensamientos.
Juanjo en el L2 de "Buscando una luna" 6a.
Unas veces meditamos lo que escribimos, otras dejamos correr nuestra imaginación arriesgando a ver que sale, habitualmente definimos nuestra poesía minuciosamente y en ocasiones improvisamos sobre la marcha. Vamos!!! como abrir una vía o dos.
Al lío!!!
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