domingo, 30 de diciembre de 2012

PEÑA DEL ÁGUILA-GALAYOS: “Al Rot Bridwell” 130m, A3+, 6b+… Una primera invernal semi-estival...

Fue en la primavera de 1992 cuando “Pérez” y Josechu Jimeno abrieron esta bonita vía en la sur de la Peña del Águila. Una ruta de fisuras perfectas y verticalidad asegurada, en uno de las más bellas paredes de toda la Sierra de Gredos.

Comenzando la travesía del L2...

Los que seguís habitualmente este blog, sabéis que en nuestro particular camino por los Galayos, hemos ido recorriendo año a año y pasito a pasito cada una de las vías que componen esta pared. Apuntando en nuestra libreta personal nombres tan impresionantes como “La vía del Bryan”, “El sueño del navegante”, “Tiempos de cambio”, “La Luna”, etc… Sueños hechos realidad.

Reseña con los grados originales...
 En esta ocasión, le ha tocado el turno a “Al Rot Bridwell”. Una de las vías más olvidadas de la Peña y de la cual no tenemos certeza de ninguna repetición invernal desde su apertura.

Iñaki en el L3...
Mi idea era escalarla este invierno, no por nada, sino porque intentamos ir en verano y el mal tiempo nos echó atrás. Y no me apetecía esperar de nuevo a la estación seca para volver a intentarlo.

Juanjo en el L1...
El equipo con el que contábamos para la ocasión era de gala. Mientras Iñaki y yo escalábamos, Fati y Juan Agustín (padre de Iñaki) nos ayudaban en las labores logísticas, filmaban, echaban fotos, etc. Por su parte, desde la lejanía, Tomás Mesón  nos echaba fotos con su telescopio y filmaba desde más de un kilómetro de distancia, dejando planos tan impresionantes como los que podéis ver en esta entrada.

Decidimos una estrategia para hacer la ruta en dos días. Así lo requerían las condiciones, las cortas horas del sol del invierno y la poca información que teníamos sobre la vía. Por todo ello, cargados con los pesados petates y con la tranquilidad de un anticiclón estable de dos días, pusimos rumbo a la Peña del Águila.

Escalando en la fisura del L2...
Comenzamos a escalar bien entrada la mañana del día 27 de diciembre, pues la aproximación larga y pesada había durado demasiando tiempo. El inicio de la ruta estaba claramente definido por la gran cantidad de musgo que camuflaban los tres anclajes oxidados del inicio de la ruta.
Me toca comenzar a mí y rápidamente me doy cuenta de que entre el frío y el musgo, intentar escalar este primer tramo en libre es tarea imposible, por lo que cojo un estribo y paso trampeando este tramo inicial.
La segunda parte del largo parece más asequible. Salgo en libre y avanzo rompiendo aquí y allá garbanzos y cuarzos. En un momento dado, agarro un buen bloque que se despedaza al traccionar de él, precipitándose al vacío directo hacía Iñaki. Grito!!, me quedo sin aliento, me cuelgo y minutos después, tras ver que a Iñaki no le ha pasado nada y que el bloque tan solo me ha destrozado una zapatilla, llego a la reunión acojonado. Que susto!!!

Iñaki limpiando el L2...

La reunión, por decirlo de alguna forma suave, es cutre. Los dos spit de 8mm están oxidadísimos y requieren ser reforzados obligatoriamente. Al parecer todos los anclajes de la olvidada vía estarán en la misma situación…

El siguiente tramo también lo hago yo. Me calzo los pies de gato, chapo la primera cinta y empiezo a estudiar la placa de 6b+? que tengo delante. Son pasos obligados y finos, intento varias veces, mirando de reojo en cada una de ellas el anclaje oxidado que tengo por seguro. Pruebo y vuelvo a bajar, no llego al siguiente agarre por una cuarta…

Ya me iba a dar por vencido, pero Fati me grita que puedo llegar a la fisura de la derecha desde donde me encuentro. Sin pensarlo dos veces,  me cuelgo, penduleo un poco y llego a ella. Escaneándome los paso finos, pero resolviendo la sección.

Progresar en artificial por la fisura me resulta lo más sencillo y los anclajes de todo tipo, entran muy bien. Al final la fisura se hace más fina pero independientemente los anclajes son firmes y evidentes. Desde mi humilde punto de vista, la dificultad es un grado por debajo de la marcada en la reseña.
Llego al péndulo y al más puro estilo de Yosemite, sobre un spit igual de cutre que el resto, comienzo a correr a un lado y a otro. Alcanzo estirado la fisura y en vez de subir en libre como marca la vía (me parece bastante difícil), monto reunión sobre un anclaje fijo y dos clavos. Iñaki desmonta y fijamos desde allí con las últimas luces del día.

Péndulo...
A las 20:00 ya estábamos en el saco, cenados y calentitos.

Más de 12h de sueño después y con la pereza del frío mañanero, nos ponemos manos a la obra, remontamos la cuerda fija y proseguimos la ascensión. Es Iñaki ahora el que, a base de fisureros, toma la cabeza de la cordada. Y recorre la perfecta fisura, ligeramente desplomada, del L3. Marcada de A3 en la reseña original y que Iñaki también gradúa un poco más fácil. Firmemente va ganando metros y sin pausa, llega a la unión con “Tómatelo con calma” y en pocos movimientos gana la reunión de la placa superior.

Iñaki en el final del L3...
 
Un largo más por el centro de la placa y llegamos a la cumbre. Objetivo cumplido!!

Iniciando el L4...
Por debajo una gran línea, preciosa en su recorrido. Y desde mi punto de vista poco valorada. Ciertamente, requiere un reequipamiento de los anclajes existentes, pero cuando esto ocurra, podría ser perfectamente un bautismo de fuego para cualquier escalador de artificial que no quiera asumir muchos riesgos y si disfrutar de un recorrido impresionante.

Dos amigos unidos por una cuerda...

 Al lío!!! 
 Fotos de Juan Agustín Casillas y Tomás Mesón.

2 comentarios:

MUNDO VERTICAL PROFESIONAL dijo...

Muchísimas gracias a Tomás Mesón, por sus fotos y por interesarse por nuestras aventuras. Seguro que en un futuro compartiremos muchas más. GRACIAS!!!

Alex Prieto dijo...

Enhorabuena titanes,que ganas de ir a probarlaaa!!!!...Aunq no se si esperarme a q le de un poquito mas el sol,je,je,...
A darse cañita...
Alex