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En este caso, es posible que lo hayamos conseguido pues, por un momento, el atronador sonido de grandes bloques empujados al vacío y, por la ley de la gravedad, destrozados en mil pedazos al chocar con el suelo, eclipsó la calma del lugar y atrajo para si las miradas atentas de todos los humanos y animales que se encontraban por allí.
Benjamín rapelando...
Pues, “Ten piedad de nosotros” nuestra nueva apertura en la zona, lejos de la calidad compacta de su vecina “Que viva la guardia civil” o de otras aperturas anteriores que hemos realizado en la zona, discurre por una serie de fisuras ampliamente pobladas de diversa vegetación y salpicadas de bloques de todos los tamaños. O más bien, estaba de esta forma pues, a nuestro paso, fuimos metódicamente limpiando cuanto pudimos y saneando un trazado lógico y de futura belleza.
Benja iniciando la escalada...
Mi compañero de cordada y amigo Benjamín, arrancó del anonimato el primer largo de la vía, resolviendo con cuidado y casi de puntillas los pasos más complicados, dejando aquí y allá algún bloque suelto para que, ya de segundo, los fuese dando un empujón deliberado.
A mi me correspondió la segunda tirada, que algo más fina y vertical, recoge los puntos más interesantes de la vía.
Benja en "Ten piedad..." y Javi Negro en "Carne de Cañón"...
Tan solo un clavo en la repisa donde se monta la reunión, hemos dejado de equipamiento fijo, por lo tanto, la aventura está garantizada y la primera repetición aguarda novio/a. Como este día tuvo la primera repetición de “Carne de cañón” por Javi Negro y Fran, que se recrearon con la bonita escalada de este atrevido itinerario.
Juanjo en la R2...
Por ende y para terminar el día, buscamos en libre “La Maliche”, que se resistió por tan solo un movimiento y que vino a corroborar las perdidas físicas de este periodo tan largo colgando de los estribos. En fin, magnífico día de escalada, compartido con amigos y con el ambiente selecto del sol otoñal extremeño, en el que Emilín visitó a su corta edad por primera vez Cabañas y el Bar de Julia.
Juanjo en "La maliche"...
Los últimos rayos del ocaso tocan el horizonte, intentado arañar minutos al día, mientras, sumidos en nuestros pensamientos y medio adormilados, ponemos rumbo a casa, echando la vista atrás y deseando volver a nuestro rincón de tranquilidad y pasión, aquí en Cabañas del Castillo.
Al lío!!!