rozando con la punta de los dedos una hipotética caída al vacío, mientras se tensa la cuerda que, como un vínculo te une con el compañero, las cosas que te preocupan en tu vida cotidiana pierden perspectiva y pasan a un segundo plano, rezando al dios de la roca para que, al menos, el anclaje aguante tu peso y poder progresar, como en la verticalidad del futuro, hacía momentos más sosegados con seguros más sólidos y enraizados en lo profundo de la grieta por la que discurres.Javi en el L1...
Pero así es este deporte, semejante a la vida misma, con sus miedos y su adrenalina, con sus sueños y sus realidades, y cuando una
cosa y otra coinciden, te sumerges en el limbo y el tiempo pasa rápido, pues te puedes tirar 2 o 3 horas recorriendo un difícil largo de escalada artificial y que te parezcan pocos minutos. Ves discurrir el sol por su camino matutino, acariciarte con su calor, esconderse detrás de una nube y notar su falta para, como en un juego, aparecer después y volver a arroparte con su manto.
Juanjo en el L2...
Nubes cuando paseas por seguros precarios y aguantas la respiración para, irónicamente, no cargar en exceso el seguro, nubes cuando colocas un plomo en un lugar imposibles y compruebas que aguantas y por lo tanto tienes que seguir, sol cuando colocar un clavo sonoro hasta el fondo y te subes a él si ni siquiera probarlo o cuando una fisura perfecta aloja el friends Nº1 con pinta de que pudiésemos colgar un camión de él y sobre todo, sol cuando llegas a la reunión y valoras los momentos de tensión vividos, descargando el cuerpo de la adrenalina acumulada en los últimos movimientos del largo.
La Peña del Aguila, ambiente garantizado...
Pues con más o menos filosofía y sentimientos mejor o peor expresados, escalamos el “Sueño del Navegante” 120m, A3+/7b o V+/A3+ de dificultad obligada en la Peña del Águila de los Galayos, una de esas vías que se instalan en tu mente y que no eres capaz de quitar hasta que no la has ascendido y aun así, queda una huella imborrable en nuestros recuerdos.
Javi limpiando el L2...
La verticalidad de la Peña del Águila siempre me ha parecido sorprendente y las fisuras que rasgan su liso terminado, un lujo para cualquier escalador que se precie. No son muchas las cordadas que repiten sus líneas o que se atreven incluso a posar sus ojos en ellas, pero a cambio, los que lo hacen, reciben el vértigo y la sensación de vacío y eso que los escaladores denominamos “patio”, palpando la mejor calidad de granito que puedas encontrar en cualquier lugar de nuestra geografía.
Auto Javi...
Por hablar un poco de la vía, y dar algunas pistas para posibles repeticiones, deciros que nosotros tardamos 8 horas en escalarla + 1h 30min de aproximación por el Nogal del Barranco + 1h de bajada, el horario aproximado creo que fluctuará entre las 8 y las 12 horas, dependiendo del manejo y la técnica.
El primer largo (30m) es el más asequible y se puede forzar en libre (7b), trampear o hacerlo con los pedales (A2), de cualquier forma es el más sencillo de todos, tiene 4 spits colocados.
Comenzando el L3... picante!!!
El L2 (40m), es un largo trabajoso, que comienza por el L2 de la “vía de la Luna” de la que coge unos 15 metros (A1+), posteriormente y más pronto que tarde, nos pasaremos a la derecha a coger una fisura ascendente que nos enfilará hasta debajo de un pequeño diedro desplomado, para pasarnos a la fisura tenemos un plomo viejo que nos permitirá enfilarla y situarnos, de aquí a la reunión, muchos metros más arriba, trabajo y paciencia.
El L3 (30m), tiene un comienzo picante, con cosas ínfimas colocadas, en concreto un rups, un Rp y un plomo, unos pocos metros que quitan el aliento, hasta que se puede meter algún clavo y darte un respiro por unos metros, más arriba se repite la tensión en otros pasos complicados, para llegar a la reunión saliendo el libre por una pequeña placa hasta los dos seguros de la R3.
Contrastes el el L3...
El L4 (20m), es sencillo, bordemos la gorra por la izquierda y subimos a montar reunión en los dos cáncamos de la cima (V).
Así, con el buen sabor en la boca, de haber conseguido nuestro primer sueño, ponemos punto y seguido a esta historia, mientras preparamos, ordenamos, organizamos y recontamos el material para la próxima aventura, espero que como esta nos salga redonda, así que, a rezar al dios de la meteo y como no al de la roca, para que nos de su beneplácito….
Al lio!!!
