Quede este video como regalo para él e inmortalice un momento tan especial.
SIEMPRE FUERTES!!!
Al lío!!!
Pero faltaban vías duras en las que entrenar y sufrir, que además diesen una inyección de motivación a los escaladores más en forma y fuesen proyectos de futuro para los demás.
Por ello y aprovechando la predisposición de la Consejería de los Jovenes y del Deporte de la Junta, se han creado en la Factoría Joven de Plasencia, en una estructura anexa al nuevo rocódromo-espeleódromo, cinco rutas de alta dificultad, que discurren en su mayor parte por un techo a 85º donde la fuerza de los abdominales y la técnica gestual en techo, será las mejores armas de los valientes que intenten surcarlo.
La historia empezó con un “Jack el Destrepador” que tras ser equipada con tacto para que no fuese muy difícil resultó un bonito 8a (aprox.) con varios pasos exigentes, así, con los ánimos caldeados decidimos equipar otra un poco más fácil, intentado buscar movimientos bonitos y presas agradecidas, naciendo de ello “Lo que dan de si los cuerpos” un 7c de aguante y técnica.
En un principio esto iba a ser todo, pero aun nos quedaba algo de material y decidimos sacarle el mayor partido al asunto creando conexiones entre una y otra para tener más opciones de rutas, “Jack el cuerpos” y “Lo que dan de si los viernes” fue el resultado, sin grado propuesto por ser muy difíciles y estar poco probadas.
Y como no hay dos sin tres, conectando conexiones creamos lo más duro del secadero “Movimiento Factory”, un rutón de unos 14 metros de techo que entra por “Jack el cuerpos” y conecta con “Lo que dan de si los viernes” sin reposos y con movimientos explosivos sobre regletas chiquitas.
En fin, un nuevo terreno de juego, tan diferente a los demás que tenemos por aquí, una nueva dimensión y lo más importante un punto de encuentro y aprendizaje para potenciar al máximo nuestro nivel de escalada.
Animaos a visitarlo y probarlo.
Al lío!!!
Una nueva ruta, con marca de Fernando Cobo, seguro que es elegante y disfrutona, más con el tiempo acabará convirtiéndose en toda una clásica del mallo.
Lo que me recuerda, si en algún momento se me ha olvidado, que aun tengo una deuda pendiente con la Visera y la nueva “Buitre Blanco”, Agus nos tenemos que poner las pilas...
Señores nueva ruta, nuevo juego, a exprimirla al máximo y a disfrutar de ella. Aquí dejo el croquis del aperturista como reseña de la ruta, ser cautos y disfrutarla.
Al lío!!
Pero, después de la tormenta siempre llega la calma y mi barco ha arribado a puerto cargado con fajos de motivación y buenas vibraciones, con ganas de compartir y vivenciar, de enseñar y aprender, de dar y recibir.
Los amigos siempre contribuyen a la causa, son la base de la vida, la familia que tú eliges, los que saben sacar lo mejor de ti y te apoyan en los momentos difíciles. Por ello cuando tengo la oportunidad de disfrutar de su compañía, en mi deporte, aunque no sea el suyo, y partimos juntos en busca de aventura a trazar sueños verticales, me siento afortunado, pues tengo la sensación de recompensar de alguna forma los esfuerzos que hacen por mi.
En esta ocasión ,al igual que la semana pasada, iba a escalar a Cabañas del Castillo, con algunos de mis mejores amigos, mis compañeros de piso en Cáceres, esos a los que tanto echo de menos aquí en Plasencia, Timón y Pumba para los del piso. Para Timón (Juanmi), era su primera actividad fuera de la deportiva y para Pumba (Pablo), se podría denominar, la vuelta a la motivación por a la roca.
Juntos escalamos todo el día, bajo el ligero frío que anuncia el principio del invierno, compartiendo sencillos momentos aliñados con risas, esfuerzos y perjurios. Disfrutando de la naturaleza y de sus bondades, más allá del simple deporte.
Seguro que volveremos a escalar juntos, pues se que están muy motivados por la verticalidad, pero seguro que no olvidarán la primera vez que escalaron en la Peña Buitrera.
En lo deportivo ascendimos la “Jayson” y la “Capitán Araña”, más un intento a una ruta desconocida, que finalizaba tras unos 20 metros y 5 paraboles, como por arte de magía. Me quedé a cuadros, ¿cuantas veces había supuesto saber que vía era esa? Y por un instante me sentí confuso, como si no supiese donde estaba.
Más tarde identifiqué el error y me puse tras la pista de la nueva línea de parabolts, a ver que averiguamos.
Cabañas siempre me ha acogido en estos momentos de recogimiento interior y me ha tratado especialmente bien, por ello encaminé mis pasos allí, en busca de una nueva ruta o un proyecto en el que trabajar, pensando en todo momento en esa placa misteriosa y vertical que tenía desde hace años intención de equipar.
Así empezó la historia y cuatro horas después de haber encontrado la cabecera de la vía y comenzado su limpieza finalizó, truncada por el mar de líquen y musgo que la cubría. No tenía energía para tanto esfuerzo y decidí quemar lo que me quedaba de día en un libro apasionante de K. Follet.
Como de la noche al día, el atardecer trajo consigo a mi hermano Javi y a sus compañeros Jesús y Ángelote, que venían del dichoso Raid, con el título de Campeones de Extremadura, a modo de pan, bajo el brazo. La tranquilidad del momento fue disipada al instante y se convirtió en una velada de risas y chanzas alrededor de una cena austera.
Al día siguiente tocaba por fin escalar, para Jesús y Angelote, sin apenas experiencias en vías de varios largos, supuso un impulso para su motivación y un nuevo horizonte al que guiar sus energías. Ascendimos “El Matiz viene después”, “Pregúntale a Manolo”, “Que viva la Guardia Civil” y “La Madelón”, tras esto, cansados pero contentos, pusimos fin a la jornada y, con un pequeño bocadillo sobre las manos, seguimos con el cachondeo, pues de eso que no falte.
El proyecto de la Placa, ha ganado nuestro primer asalto, pero volveré de nuevo para retarle….